DISFAGIA. Medidas higiénicas y postulares. Recomendaciones dietéticas.

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La disfagia o los problemas de deglución en las personas mayores  (I): Medidas higiénicas y posturales

Las personas mayores con disfagia tienen problemas para llevar a cabo un acto tan sencillo y saludable como tomar un vaso de agua.

La disfagia es la alteración o dificultad para tragar o deglutir los alimentos, ya sean sólidos o líquidos. Este problema llega a afectar hasta un 60 % de las personas más mayores y puede provocar:

 Deshidratación y desnutrición

 El atragantamiento y el paso de alimentos o líquidos hacia los pulmones, pudiendo producir infecciones respiratorias. La disfagia puede provocar graves problemas de salud en las personas mayores, por lo que es importante estar alerta para identificar los síntomas y aplicar algunas sencillas medidas para hacer más fácil y seguro el acto de deglutir los alimentos.

Cómo identificar los problemas de disfagia o deglución

Hay una serie de síntomas que te pueden ayudar a identificar la disfagia:

 Toser y aclararse la garganta repetidamente durante y después de comer o beber

 Atragantarse a menudo

 Cambios en la voz (afonía o ronquera) coincidiendo con las comidas

 Necesidad de tragar varias veces una misma porción de comida

 Babeo frecuente

 Mantener la comida en las mejillas por la dificultad de tragarla

 Comer mucho más lento de lo normal

 Regurgitación del alimento hacia la nariz

 Cambios en los hábitos alimenticios evitando alimentos que antes se comían gustosamente

 Pérdida de peso y fiebre

Si identificas algunos de estos síntomas visita al médico para que pueda determinar la causa, el tipo y el estado de la disfagia.

Medidas higiénicas y posturales para personas mayores con disfagia

Hay una serie de medidas que puedes adoptar para ayudar a la persona mayor que tiene problemas de deglución a la hora de beber o comer:

 A la hora de comer, la persona tiene que estar bien despierta y tranquila. No le des bebida o comida si está adormecida o nerviosa.

 El ambiente tiene que ser tranquilo y sin distracciones para que la persona se concentre en el acto de alimentarse. Apaga la tele, la radio, etc.

 La persona mayor tiene que estar bien sentada, con la espalda recta, si es posible,
y con la cabeza ligeramente inclinada hacia el pecho.
 Si la persona está encamada, intenta incorporarla y asegúrate que tenga la cabeza
un poco inclinada hacia abajo para facilitar la deglución.
 Colócate a la altura de sus ojos o justo por debajo para evitar que levante la
cabeza para mirarte.
 Intenta que la persona no hable mientras come.
 Usa cubiertos para darle de comer. El contacto de una cucharilla sobre la lengua
estimula el acto de deglutir. No uses jeringuillas o pajitas, puesto que es más fácil
atragantarse con ellas.
 Da cucharaditas pequeñas y asegúrate de que la persona ha tragado la comida
antes de empezar con la próxima cucharada.
 No le des más comida si tose o regurgita
 Intenta mantener a la persona sentada por lo menos una hora una vez haya
terminado de comer. Le será más fácil hacer la digestión y evitarás el retorno de
comida.
 Si quedan restos en la boca elimínalas para evitar atragantamientos.
 Asegúrate de que la persona tiene una buena higiene bucal para evitar
infecciones.

 

 

» Recomendaciones dietéticas»      DISFAGIA II

La disfagia o los problemas de deglución en personas mayores (II): recomendaciones dietéticas

Cuando detectamos síntomas de disfagia en una persona mayor es importante acudir al médico a fin de confirmar y precisar un diagnóstico. Dependiendo del tipo de disfagia que sufra, el médico nos dará unas recomendaciones u otras en relación al tipo de comida, preparación y consistencia que tienen que tener los alimentos líquidos y sólidos que ha de consumir la persona.

Alimentación en caso de disfagia, recomendaciones generales

En una dieta para una persona mayor que sufre disfagia es fundamental:

 Garantizar una nutrición e hidratación adecuadas.

 Adaptar la textura de los alimentos sólidos y de los líquidos para conseguir una alimentación segura a fin de evitar atragantamientos y bronco aspiraciones de comida, que pueden derivar en infecciones pulmonares.

El objetivo es preparar alimentos que ayuden a la persona a hacer un bolo alimenticio que sea fácil y seguro de tragar y, además, realizar comidas variadas para mantener una alimentación lo más completa posible y con un aspecto, olor y sabor agradables.

Algunas informaciones básicas y recomendaciones generales a tener en cuenta a la hora de elaborar platos para personas con disfagia pueden ser (teniendo siempre en cuenta que dependerá del tipo y grado de la disfagia):

 Evitar el cansancio de la persona a la hora de comer, realizando pequeñas ingestas, varias veces al día. Se recomienda no estar más de 30 minutos comiendo. También es recomendable preparar platos únicos y nutritivos.

 Garantizar la ingesta de 2 litros de agua al día (incluyendo los lácteos y otros líquidos espesados).

 Modificar la textura de los alimentos sólidos y líquidos para adaptarlos al que le vaya mejor a la persona para deglutir. Por ejemplo, se pueden espesar los líquidos si es necesario, o triturar los alimentos sólidos.

 Administrar solamente los alimentos que sabemos que se pueden masticar y tragar con seguridad.

 Preparar los alimentos para que sean homogéneos, melosos y fáciles de masticar. Evitar grumos y espinas.

 Si la persona tiene dificultades para tragar líquidos es mejor darle líquidos con una consistencia semisólida como la de las cremas de verdura, purés de fruta, yogures, natillas, cuajadas o queso fresco. También es importante evitar los líquidos de consistencia fina como el agua, el caldo, las infusiones, etc.

 Una buena manera de conseguir que las personas mayores con disfagia ingieran suficiente líquido es utilizar gelatina. Es importante escoger una que no se disuelva con facilidad con la saliva o evitar dársela cuando lleva un tiempo a temperatura ambiente, porque puede volverse líquida.
La gelatina puede servirnos para espesar los líquidos en una dieta para personas con disfagia.

 Evitar las dobles texturas con mezcla de líquido y sólidos en un mismo plato: por ejemplo, mezclar sopas con legumbres sin pasar por la batidora, bollos o magdalenas mojadas en la leche…

 Evitar los alimentos que, al masticarlos, desprenden líquido -como, por ejemplo: sandía, melón, naranjas…- también aquellos que se puedan convertir en líquido (como determinados tipos de helados).

 Evitar alimentos pegajosos que puedan quedar pegados al paladar porque provocan cansancio.

 Evitar alimentos fibrosos o con filamentos como: piña, naranja, algunas verduras y carnes fibrosas, etc.

 Tener en cuenta que los alimentos fríos o calientes se tragan mejor que los templados.

 Evitar las bebidas alcohólicas y gaseosas.

ALIMENTOS RECOMENDADOS:

 Zumos espesos, sorbetes, gelatina y líquidos de consistencia fina pero espesados.

 Mantequillas, margarinas, queso cottage, cremoso o licuado, quesos suaves, yogures, helados de crema…

 Huevos en forma de tortilla, escalfados, revueltos, medio cocidos y flanes.

 Panes, tostadas, cereales cocidos, panes o galletas sin nueces ni pasas ni trozos de cereales, y casi todas las pastas para sopa.

 Verduras suaves enlatadas, patatas – gratinadas, al horno, hervidas o en forma de puré, con margarina-, verduras en puré espeso y verduras picadas e incluidas en gelatina.

 Frutas enlatadas suaves sin pepitas ni piel, plátanos maduros, frutas -en puré, batidas, espesas, frías- y frutas blandas en gelatina.

ALIMENTOS A EVITAR:

 Agua, zumos de consistencia fina, leche, café o infusiones.

 Queso cottage seco y queso caliente o fundido.

 Huevos con poca consistencia.

 Galletas saladas, arroz o copos de cereales secos, pan tostado y pan blanco suave.

 Verduras crudas, trozos de verduras y verduras muy fibrosas.

 Patatas fritas

 Frutas crudas (excepto los plátanos bien maduros), frutas en puré semisólido y piña en trozos finos.

 Carnes picadas secas, carne a trozos, pescado seco y con espinas.

 Pasteles y galletas secas, postres con pasas, nueces, pepitas o coco, caramelos duros y chocolate.
 Carne melosa, albóndigas, carne picada con salsas, salsa de carne, pescado meloso, suave y sin espinas. * Siempre que no estén contraindicados porque la persona sufre otra patología y dependiendo del tipo de disfagia. Información extraída de GONZÁLEZ, M. Manual de alimentación geriátrica.

Consistencia de los líquidos en caso de disfagia

Según el tipo de disfagia el médico puede recomendar diferentes tipos de consistencia para los líquidos que es necesario consumir:

 Consistencia líquida: se refiere a los líquidos finos como el agua, las infusiones, el café, refrescos…

 Consistencia de tipo néctar: sería como la que tendría un zumo de tomate o de melocotón.

 Consistencia de tipo miel: como su nombre indica, el líquido tendría una consistencia similar a la de la miel. Al decantarse, caería en gotas.

 Consistencia de tipo púding: sería como la de una cuajada, flan, gelatina… Para conseguir los diferentes tipos de consistencia se pueden utilizar espesantes como la maizena (harina fina de maíz), el agar-agar, la gelatina, el puré de patata u otros espesantes industriales

 

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